jueves, 29 de julio de 2010


Puede que la daga impresa

del mediocre

nunca llegue a lastimarme,

mientras tu imaginación

esté conmigo

me rescate y me lleve

a un lugar tan hermoso y lejano

casi como un paraíso

dónde seguro encontraré

la libertad, el recuerdo,

el presente y quizá,

lo que vendrá.

Hasta siempre,

se despiden ya mis versos

(sólo soy una canción).

Si la vida y la política

lo aceptan, volveré

a brillar con vos.

Desde ahora vivir

en tu boca, será

mi destino mejor.

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