viernes, 11 de marzo de 2011




¿Te han quedado espinas?
¡No las traigas arrastrando!
Porque seguirán pinchándote cada día hasta no dejarte vivir.
Hay espinas que podes sacudirte echándoselas en las manos a Dios.
Hay heridas de espinas que podes curar si sabes perdonar en serio.
Pero hay heridas que no podrás curar con todo el amor de este mundo.

Olvídate de que existen; Sácales el cristal de aumento que pones encima de tus desgracias
Muévete, grita, llora, respira profundo y trata de ser feliz.

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