Puede que la daga impresa
del mediocre
nunca llegue a lastimarme,
mientras tu imaginación
esté conmigo
me rescate y me lleve
a un lugar tan hermoso y lejano
casi como un paraíso
dónde seguro encontraré
la libertad, el recuerdo,
el presente y quizá,
lo que vendrá.
Hasta siempre,
se despiden ya mis versos
(sólo soy una canción).
Si la vida y la política
lo aceptan, volveré
a brillar con vos.
Desde ahora vivir
en tu boca, será
mi destino mejor.
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